por London's Bridge Mar Mar 01, 2016 6:20 amReino Unido, 1875.
Scatter her enemies,
And make them fall:
Confound their politics,
Frustrate their knavish tricks,
On her our hopes we fix:
God save us all.
And make them fall:
Confound their politics,
Frustrate their knavish tricks,
On her our hopes we fix:
God save us all.
El ser humano, raza codiciosa y codiciada, vive su día a día ajeno al terrible mal que se cierne sobre ellos desde tiempos inmemoriales. La sociedad avanza, el arte se redescubre y el pueblo entona solemne el ya tradicional God Save the Queen, que enaltece a una reina que en las sombras, quizás, ha llegado demasiado lejos. A sus pies, desde siempre, sus más fieles sirvientes: el Perro Guardián de la Reina y la Araña de la Reina, cuyos títulos son ostentados por los herederos Ciel Phantomhive y Alois Trancy respectivamente. Ambos condes, de edad similar, son reconocidos y respetados por los más altos círculos de la sociedad, y se encargan de cumplir a rajatabla los deseos de la reina. Debido a esto, y quién sabe si a algo más, existe una poco sana rivalidad entre ambas familias, que ha derivado en una guerra fría que nadie sabe cómo acabará.
Por otro lado, el famoso circo El Arca de Noé instala sus carpas para el deleite del público londinense, que aguarda ansioso el debut de los ya legendarios artistas circenses dirigidos por Joker. La reina, conocedora de las extrañas desapariciones de niños que oscilan entre los cinco y diez años de edad, aguarda expectante a que realicen su primer movimiento para llamar la atención de los condes, que deberán solucionar a contrareloj los posibles problemas que surjan con su llegada.
Durante las últimas décadas, una terrible práctica científica se lleva poniendo en marcha bajo la discreta protección de la reina: la experimentación con humanos. Características imposibles son atribuidas a aquellos pobres desdichados que caen en las garras de estos científicos locos que, en nombre de la ciencia, son capaces de cometer cualquier acto. Son complejas organizaciones secretas de las que es muy difícil escapar.
Del mismo modo, una peligrosa secta que por el momento es poco conocida para la sociedad, comienza a realizar arriesgados movimientos que pronto pondrán en un compromiso a la reina. Extraños rituales y sacrificios de purificación protagonizan los más horripilantes capítulos de esta nueva forma de ver el mundo, que atenta directamente contra los mandatos del único dios existente.
Por el momento, lo único que preocupa a la población, es la temible figura de Jack el Destripador, que mantiene intranquilas a todas las prostitutas de Londres. Por el momento, Scotland Yard navega perdido entre los cadáveres de unas mujeres que no les proporcionan la más mínima pista. La situación se está volviendo insostenible; tanto que incluso se está comenzando a dudar de que la institución dirigida por Arthur Randall realmente pueda mantener a salvo a la población.
Por otro lado, el famoso circo El Arca de Noé instala sus carpas para el deleite del público londinense, que aguarda ansioso el debut de los ya legendarios artistas circenses dirigidos por Joker. La reina, conocedora de las extrañas desapariciones de niños que oscilan entre los cinco y diez años de edad, aguarda expectante a que realicen su primer movimiento para llamar la atención de los condes, que deberán solucionar a contrareloj los posibles problemas que surjan con su llegada.
Durante las últimas décadas, una terrible práctica científica se lleva poniendo en marcha bajo la discreta protección de la reina: la experimentación con humanos. Características imposibles son atribuidas a aquellos pobres desdichados que caen en las garras de estos científicos locos que, en nombre de la ciencia, son capaces de cometer cualquier acto. Son complejas organizaciones secretas de las que es muy difícil escapar.
Del mismo modo, una peligrosa secta que por el momento es poco conocida para la sociedad, comienza a realizar arriesgados movimientos que pronto pondrán en un compromiso a la reina. Extraños rituales y sacrificios de purificación protagonizan los más horripilantes capítulos de esta nueva forma de ver el mundo, que atenta directamente contra los mandatos del único dios existente.
Por el momento, lo único que preocupa a la población, es la temible figura de Jack el Destripador, que mantiene intranquilas a todas las prostitutas de Londres. Por el momento, Scotland Yard navega perdido entre los cadáveres de unas mujeres que no les proporcionan la más mínima pista. La situación se está volviendo insostenible; tanto que incluso se está comenzando a dudar de que la institución dirigida por Arthur Randall realmente pueda mantener a salvo a la población.
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